
Tenemos a Luisa y a Joaquina que rondan los 60 años. Entre cafetín y cafetín en el Dindurra debieron ver como las multinacionales ganaben perres mandando pizzes a domicilio. Y decidieron ponese a trabayar.
Con el apoyo psicológico de Francisco, el marido de Joaquina y les sobrines de ésta, que harían de repartidoras, arrancaba un negocio con gran proyección a la par que innovador.
Así nacía lo que se conocía como "TELECABALLO" o "TELEPERICA"
Esto no lo decimos nosotros. Lo comentaba el fiscal antical antidroga de Asturias ironizando a la salida del juzgado en una de las sesiones del macrojuicio. Pero volvamos al mundo feliz de Joaquina y Luisa.
Estes dos fueron haciendo cartera de clientes y cuando tocaron techo, servían a 80 pedidos diarios facturando 270.000 pesetes cada día. Pero innovando y mimando al cliente. Que si pedíes el family-chute-pack aparte de jeringa y goma pal brazu, mandábate unos calcetos o una bufada del Sporting. Y pa pedidos importantes iben Joaquina y Luisa a llevatelo a casa y preparábante una performance sobre la droga.
Ya tarda Coppola en filmar el Padrino IV en Asturies. Que tien pa escoger los narcos de Collanzo o la historia familiar de Broadback Mountain de Joaquina y Luisa.
¿Que cómo las trincaron? Pues por lo de siempre, por delegar. Francisco y un sobrín andaben por León con el Supermiriafiori cargau hasta arriba de perico y con gran felicidad y a voces celebraban la compra en un puti de la zona. Y la guardia civil no es boba, amiguinos.
Lo dicho que el que no innova no triunfa. La noticia entera AQUÍ
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