sábado, abril 25

Metese en hipoteques

Mucho se ha hablado de las ventajas e inconvenientes que tiene el alquiler frente a la compra de una vivienda. Los defensores de la compra reducen la cuestión a la posesión de la misma y la posibilidad de venderla si en cualquier momento se necesita liquidez. Por el contrario los que prefieren el alquiler blanden argumentos como la posibilidad de vivir en un piso mejor situado o la posibilidad de cambiar de vivienda si nos pica.

No vamos a entrar en polémica (que cada uno elija lo que pueda), sino que vamos a traer una nueva posibilidad para aquellos que en su momento se empufaron entrando en un piso y que unos años después empiezan a verle las pegas. Que si el barrio aquel "joven y con expansión", ahora se dan cuenta que es un zulo extrarradial y que tienen como alegres y bisoños vecinos a los Ñetas, que si aquel capricho luminoso de 40 metros ahora lo ven como una ratonera oscura de 30, etc.

¿Qué hacer ante esta bofetada de realidad? ¿donde están aquellos interventores bancarios que a la hora de firmar la hipoteca trataban de relajarte mientras firmabas con boli Bic el pacto con Satán arrullándote por lo bajini aquello de "estar tranquilos, que de lo malo podéis vender y sacarle dinero"? No te queda otra que ampliar el piso.

¿Es posible? ¿de donde voy a sacar los metros cuadrados para el cuarto del niño? ¿del piso de la vecina? Calma, porque los tiempos cambian que es una barbaridad y el que menos tiene, ya tiene una FP. Y la gente es emprendedora en tiempos de escasez, y si no al loro con lo que acaba de discurrir este vecino del sexto:
Poniendo a prueba a las leyes de Newton

Efectivamente, ganándole metros al vacío, que para eso es de todos. La ilusión de todo infante (la casa en el árbol), en su homólogo urbano (el bloque de pisos), hecha realidad para el otrora niño y ahora hombre ilustrado y versado en la ebanistería y el reparto de cargas.

Podemos buscar toda una tarde, pero pocas imágenes nos darán una visión tan enternecedora de una ampliación de vivienda. Se ve la influencia griega en el uso de los ángulos de escuadra, ese tejadín a dos agües, la madera blanca... un caprichín ganado a la nada. Y la vecina de abajo contenta, que ahora puede salir a fumar y sacar el gargüilu por la ventana sin temor a joder la permanente.

Que ya se sabe, en tiempos de paro, el diablo mata mosques con el rabo. Que malo ye el Interné y la autoformación, amigos...

3 comentarios:

macpoo dijo...

Y como decia el tiu Copernicu, el de la radio de colorines, - saltai, saltai que esto esta fechu con pino norte y agunta la de coyera-

Merucu dijo...

xDDD

Luisja dijo...

Sois tremendos...jajaja