martes, abril 14

Y entonces, ¿con el tubo que hacemos, jefe?

Me llega el testimonio de un compañero que acaba de firmar por una empresa como coordinador de seguridad con la única cortapisa de no revelar ni su empresa, ni la ubicación de de donde fue tomada la imagen que me envía.

La historia es que tras encargarle una serie de obras a las que llevar el tema de seguridad, le comentaron también la oportunidad de ser DF de una obra que tenían parada desde hacía unos meses por temas de la crisis y que ahora querían volver a poner en marcha.

En principio tras entregarle el proyecto y consultarlo la cosa no pintaba muy compleja, además que le había prometido una prima lo que no dejaba de ser un buen aliciente. La única pega es que estaba en un pueblo un poco alejado de la civilización; pero total, para pasar a lo sumo un par de veces por semana, era asumible.

Total que el jueves de hace dos semanas después de comer, nuestro compañero se dirige ataviado con un GPS en el coche al pueblo de marras a ver el estado de la obra. Tras merodear por el pueblo y pedir indicaciones del solar en el bar y tomar un cortao, apareció a las cuatro y media en la obra.

Tras saludar al encargado, pasaron al solar para ver en que fase se encontraban los trabajos cuando se interrumpieron por falta de fondos y fue, en ese momento, cuando nuestro colega vio esto:
Mirai pa esto, por diox

El encargado al ver la cara del técnico, le empezó a comentar que el tubo no estaba en ningún plano cuando se hizo la excavación y que como el ayuntamiento no lo tenía claro, decidieron dejarlo allí, que ya se vería. Los trabajos siguieron y la cosa estaba así.

Lo mejor, fue que mientras el aparejador volvía al coche de mala ostia, oía la voz del encargado preguntándole:

Y entonces, ¿con el tubo que hacemos, jefe?

1 comentarios:

fendro dijo...

Jajajaj joer, cortar y pegar home xDDDDD