lunes, abril 16

Cartas & colaboradores

En el sumplemento dominical EPS de El Pais, en las primeras páginas viene una sección llamada cartas & colaboradores en la que los lectores pueden mandar su reflexiones que generalemente versan sobre lo recogido el domingo anterior.

Pues bien, esta semana viene una carta de una mujer llamada Mariana, que criticaba lo expuesto por Enrique Lebrero ensalzando el parto sin anestesia. Sin desperdicio:

"Sin epidural es una tortura"

Tengo 39 años y soy madre de tres hijos: mi priemr parto fue maravilloso (con enema, rasurado, oxitocina, anestesia epidural y episiotomía); en el segundo (sin oxitocina y sin anestesia epidural), la experiencia fue traumática, muy dolorosa, una auténtica tortura. El tercer parto, gracias a los anestesiológos y obstetras, fue de nuevo una experiencia extraordinaria, que pude disfrutar sin pensar en el dolor.

Por otra parte, me parece indignante que Enrique Lebrero, declare en el artículo que "un parto natural, con tu pareja(...) puede ser una vivencia maravillosa, intensa, salvaje, como un orgasmo". Desengáñsese señor Lebrero, un parto sin epidural es una tortura. Y si usted quiere comprobarlo, vaya al dentista y que le extraigan un molar sin anestesia o, en caso de cólico nefrítico, quédese en casa sin analgesia, "con su pareja, a su ritmo", hasta que expulse la piedra.


Simplemente genial.

8 comentarios:

Unknown dijo...

No se puede generaliuzar, cada parto es diferente.

Por mi experiencia personal se que la epidural no siempre es necesaria. Todo depende de como sea el parto.

Anónimo dijo...

No veo la genialidad por ningún sitio.

Que yo sepa dice que "puede ser", no que sea en todos los casos. ESte hombre atiende desde hace años y a diario partos fisiológicos.

Conozco muchas mujeres que han parido con ese hombre o han tenido partos sin anestesia tal y como él los atiende y hablan de que efectivamente, duele, pero que también sienten placer (y mucho) y coinciden en que lejos de ser una experiencia traumática, es tal y como la describe Lebrero.

El problema es la comida de tarro que llevamos toda la vida de lo horrible y doloroso que es el parto y que nos provoca un miedo terrible y un efecto de reflejo condicionado que empeora la situación.
Cito:
"La asociación permanente y repetida de dos palabras: partodolor, dolor-parto, crean en la mujer una representación condicionada de estos dos elementos, representación que es reforzada constantemente por numerosos hechos: la maldición bíblica, el concepto de que «el premio do los dolores del parto es la felicidad por la presencia del hijo», el convencimiento de que el dolor del parto es algo normal y, lo contrario, es hasta antinatural. El empleo por parte de
médicos y matronas de la palabra dolor; el recuerdo de partos anteriores; el relato del parto de otras mujeres; todo ello hace que, apenas las contracciones uterinas comienzan y la mujer toma conciencia de que «está de parto», dichas contracciones despiertan automáticamente el reflejo condicionado del dolor. Comprueban estas afirmaciones los siguientes hechos: 1) Las mujeres con dilatación avanzada, que no sienten dolores mientras el médico no les asegure que «están ya de parto». 2) La diversidad de caracteres de los dolores de parto de una mujer a otra y de un parto a otro en la misma mujer."
"Veamos brevemente lo que ocurre a una mujer de parto: en ella ya ha sido creado en forma suficiente el reflejo condicionado del dolor en la forma descrita anteriormente, es
prevenida por el tocólogo durante su embarazo, que su parto se iniciará con dolores, quedando así predispuesta para que muchas de las contracciones del último mes sean estímulos psíquicos del dolor.
Cuando la embarazada llega al hospital en trabajo de parto, hasta
el portero le pregunta por sus dolores; luego, el médico, para consolarla, le dice- que lo que tiene son sólo los dolores del comienzo y que quedan muchos más y más fuertes antes que nazca su niño.
Todas éstas son señales que refuerzan y reacondicionan el reflejo condicionado del dolor.
Sumemos a ésto los quejidos de otras mujeres, la vista de paños
llenos de sangre, la' separación de su marido o familiares, el ambiente desconocido y hostil, la ignorancia de lo que le está pasando y le va a pasar, la incertidumbre del porvenir de su hijo, las horas largas que pasan sin que ella perciba avance en los acontecimientos, etc., y tendremos los factores de emoción, temor, cansancio, suficientes para bajar al máximum el umbral de percepción del dolor.
Como respuesta, la mujer reacciona con tensión muscular y contracción
uterina, descargando una mayor presión sobre el cuello; cuando esta presión se exagera, además de reaccionar con dolor, el cuello reacciona con. espasmo y por lo tanto, el útero se contrae con mayor fuerza para vencerlo; con lo que se agrega la mayor anoxia
por cierre más hermético de los vasos parietales de la matriz.
Se ha conseguido, entonces, que al reflejo condicionado y al bajo
umbral de percepción dolorosa se sumen el aumento de intensidad
de los estímulos dolorosos. Cuando a pesar de todo ésto, el cuello
logra dilatarse completamente, los estímulos se descargan íntegros
sobre el canal blando y el periné, los cuales, al igual que el cuello,
responden con la contracción y el espasmo y se reproduce la cadena
dolorosa de la dilatación."

Necesitamos a gente que deje de hablar de dolores y torturas y nos diga lo maravilloso que puede ser un parto para poder afrontarlo sin miedos.

Y por favor, dejemos de comparar patologías con procesos fisiológicos.

Anónimo dijo...

Yo quise un parto natural,y no pudo ser.Primero quiero decir que la epidural es necesaria por los dolores que provoca la oxitocina.
No he tenido la suerte de parir de forma natural,pero las contracciones no duran tanto tiempo,pq la oxitocina natural te da respiros y la sintetica no da tregua.Yo aguante el parto sin epidural y claro que dolió y muchiiisimo pero en mi proximo parto volvere a parir sin epidural pq sentir salir a mi hija es lo mejor del mundo.
De todas formas no todo es el dolor que se sienta también hay que pensar en los efectos de la epidural,de la oxitocina,de parir tumbada,de tantas cosas.Parir de forma natural es algo más que sentir más dolor,de echo es lo contrario,parir de forma natural y con médicos cerca es lo màs seguro para la madre y el hijo.Muchos problemas son yatrogenicos así que antés de juzgar,criticando,informemonos.
Ruth

Mar Gotarda dijo...

tengo la suerte de haver tenido un parto natural sin oxitocina,sin rasurado,sin enema,sin nada!!!! sólo mi marido,mi madre y las comadronas.
Lo siento por la experiencia traumática por no tener epidural. Mi gata parió sin,mis perras tambien y las mujeres miles de años tambien. Seguramente la echó de menos gracias a la "falsa oxitocina" que te aplican en los hospitales,esa que te acelera el parto (porque claro hay prisa!)

Anónimo dijo...

si te entiendo bien... te parce indignante que alguien declare que un parto puede ser diferente al tuyo ?
Raquel.

Anónimo dijo...

Hola.
Fina lo ha explicado muy bien.Además el Sr Lebrero,ginecológo de la Clínica Acuario junto a otros compañeros,posee una dilatada experiencia en atención al parto.Eso sí,atención a partos naturales,sin intervenciones innecesarias (como la perfusión de oxitocina sintética)Ciertamente,con el uso de esta hormona en su forma sintética las contracciones se hacen más seguidas,intensas y largas.
En casos de partos naturales,la epidural no se suele pedir,no es necesaria.Personalmente parí en casa,acompañada por dos matrones y mi pareja,y efectivamente fue una precisa experiencia,con dolor,sí,pero perfectamente soportable.Y a día de hoy puedo decir que disfruté de mi parto,sin epidural.Un parto no es comparable a un dolor de muelas ni a un cólico nefrítico,creo yo,el dolor es diferente y co otra finalidad.Un saludo.

Anónimo dijo...

Yo he parido con Enrique y no creo que tenga que desengañarse por nada...
Y sí, un parto junto a tu pareja puede ser una experiencia salvaje y orgásmica.
La de la carta se lo pierde...

Anónimo dijo...

La experiencia traumatica del parto sin epidural igual se debe a que no la atendio el dr. Lebrero. Tal como atiende el los partos es una experiencia salvaje y orgasmica (yo parí con el)