lunes, marzo 17

Touching balls

O tocando los cojones, así en castizo. Es lo que se le viene a uno a la cabeza a veces cuando lee en según que carteles, según que prohibiciones. Pues bien, para no perderse dos carteles vistos en la cafetería de la Universidad Laboral en Gijón, a cada cual más intrigante:



'Por favor no salir a los balcones' reza el primero. A mi entender un claro ejemplo de estar tirando el dinero. Porque vamos a ver, hacer un cartel para implorar algo le veo poco sentido. Me recuerda a esos carteles que se ven por la calles en garajes particulares que no pagana el vado y te plantan escrito con Titanlux una leyenda que reza 'Por favor no aparcar, aviso grúa'. Avisa a tu madre si quieres o paga el vado.

En este caso estamos en las mismas. Queda claro que salir al balcón se puede, pero ponen un cartel para pedirte que no lo hagas. Ahora bien, el que diseñó esta estratagema podía haber pensado que la cafetería está lleno de liendres con acné, gandules y trileros (como veremos más adelante) y falta que pidas que no se haga algo para que se peguen por hacerlo.

Si es que es normal, coño. Por favor no salgan... ¡es que te están retando, cojones! es que cuanto más lo lees más te da la sensación de que pone, 'a que no hay huevos de salir al balcón'. Así que ya puede estar lloviendo o helando, que abres y sales.

¡No está permitido jugar a las cartas' advierte el segundo. Este ya es claramente una advertencia. Eso sí, esto debe ser legal porque lo recogerá el corolario de la Ley Corcuera, porque ya me contarás como coño vas a prohibir que cuatro se sienten en una mesa de la cafetería, saquen una baraja y hagan órdagos a chica con tres reyes siete.

Imagínate la escena de un bedel, camarero o sabe Satán quién, que se te acerca y te apaña la baraja y te advierte que estás violando el art.45 de normativa interna y que te estás jugando salir de la facultad con antecedentes.

Vamos a profundizar; ¿por qué en una cafetería de una escuela no está permitido jugar a las cartas? ¿se trata de una medida preventiva por parte del decanato? ¿se teme que una juventud que pasa las horas muertas jugando a la baraja puede acabar inmersa en timbas con gente que fuma y bebe whisky y que pueden perder falanges por impago? ¿es por el contrario una medida disuasoria del ocio pensando que esa misma gente va a ir a la biblioteca en octubre a prepara exámenes de Febrero? ¿sufre el decano algún tipo de complejo de su época universitaria?

Sea la razón que sea, está equivocada. Prohibir la baraja en una cafetería universitaria es como prohibir el café por su poder excitante o el pincho de tortilla porque la huevina sube el colesterol. Si quiere su ilustrísima una cantina con gente leyendo el Times, ragtime en el hilo musical y tweeds de los mejores sastres que se haga una, pero que deje de joder.

Y encima te casca en el cartel un 'perdonen las molestias'; cuanto complejo de contratista del MOPU, si parece que estén cortando un carril de la autovía para hacer un puente nuevo. Si tanta gana tienen de obra mejor se dedicaban a pedir la cuenta y prejubilarse pa poder ir a ver excavadoras.

Cuanto comediante suelto...

2 comentarios:

macuoren dijo...

Me ha echo mucha gracia el post :D

Razón no te falta, normas para incumplirlas... ¬¬

Merucu dijo...

Si es que es muy fácil atreverse en la cafetería de la facultad, pero no tienen cojones de poner el cartel de la baraja en el bareto de paisanos de toda la vida, no. Que piden un chato vino y pasen la tarde.