Un empresario que estafó 2.558 euros a un albañil se enfrenta a 3 años de prisón [lne.es]
Home por favor. Ahí tenéis al empresario, que nun tien hobbies baratos como bajar al chigre o leer el As, no, tien que gustai la hípica. Eso tien un pase, porque en el fondo ye interesante tenelos entretenidos en deportes elevados, porque si tuvieran que divertirse con el resto de la población, los silencios incómodos compartiendo chigre, o grada en el futbol darían lugar a tensiones innecesarias.
Pues parece ser que en el picadero del empresario, la cuadra de Lightning-Star necesitaba unas mejoras. Yeso, cambiar el falso techo, poner toma de telecable pa que nun se aburra la yegua... eses coses. Total que moviendo la agenda dio con algún que i-debía favores y habloi del tema y salió el nombre del albañil, hoy víctima de pufo, que fue el elegido pa facer las reformas.
Como tenía fama de curiosu y con vistas a abrir cartera de clientes y nuevas posibilidades como reformador de picaderos, dejó aquello como pa entrar a vivir. Al acabar y quedando contento el empresariu, cobró un cheque por los 2.558 euros.
Pero, ¡ay amigo! cuando el albañil bajó a la Caja a cobrar el cheque, comentoi la interventora que ese cheque no tenía fondos. Caro, empiezan los sudores; llamadas al empresario, el secretario que te dice que está en una reunión, que si salió a un negocio, que si ta viendo a la fía en el Meres haciendo teatro costumbrista...
Total, que lu garra un día a la salida del despacho y comentai lo del cheque. Como buen pufista el empresario debío fingir sorpresa e indignación y tras ello maldecir a su contable por sus últimas y fallidas inversiones en bolsa; pequeña charla sobre la crisis, que le surgieron gastos inesperados... mareando al paisano, ya sabes.
Cuando empieza el albañil a asumir que va a ser más fácil de cobrar lo de los sellos de Afinsa y ya se ve denunciando el caso ante un guardia civil con barriga delante de una Olivetti, el pufista se saca de la manga que no hay que ponese tensos y que tien algo que puede interesarle. Nada más y nada menos que Hassan, un semental arábigo pura sangre que supera con creces el pagaré y que saldaría tanto la deuda como el tragantón.
El albañil, que tampoco se lu ve con muchas luces, (aunque ye fácil ye decilo cuando no yes tú al que le ofrecen un caballo altu como una marquesina), acepta el trato. Llega a casa, la muyer preguntai por les perres, esti diz que perres no, pero que cuente con meter a Hassan en la cochera y que van a ser la envidia de Colloto, gritos, portazos, imagínate.
Con tienmpo y tras mercar unes flores y una caja roja de Nestlé, aL final hasta la muyer fai ilusión lo del caballo. Coméntalo ya en la pescadería, "que mi Chusín tien un potru pura-sangre y no desos ajaos de multipropiedad", "que vamos a ir a Latores esti fin de semana al trote", "que voy vestime de giatana como les del Rocío". La suegra orgullosa por primera vez del albañil esi que i-quitó la vietud a la su fía...
Llegaron las navidades y ni perres, ni Hassan, ni na. A esto hay que sumar el abochorne familiar al salir a la calle por vacilar tanto de montura. Toca cambiar de chigre, de pescadería y hasta de colegio pa los guajes si me apuráis.
Al final el fiscal pide tres años al artista del picadero más los emolumentos de la obra. Poco me parece viendo el tragantón; espero que su señoría meta-i un paquete ejemplar a este elemento y que engrose el pabellón de caballería de Villabona, que me da a mi que dentro de poco va a haber módulos llenos de gente de esta.
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