martes, marzo 14

Ideas felices

A estas alturas de la película quien no sabe lo que es el botellón y la principal causa: todo está muy caro. Pues bien, estos días parece que se corrió la voz de celebrar macrobotellones por todo el pais. En concreto en Gijón parece que la cosa fue a poco y de las 3000 personas que se esperaban, al final sólo acudieron unos 1000.

Pero parece que a los hosteleros se les acaba de encender la bombilla y acaban de presentar al Ayuntamiento una "solución" al problema del botellón. Antonio Ruiz, presidente, quiere solucionar lo que el considera como un vacío de salas de reunión para la muchachada. Y que están dispuestos a construir en los bajos del Molinón una suerte de hamburgueserías, salas de fiestas y salas recreativas.

A ver, Toñín; paezme a mi que los hosteleros sois muy cucos. Como la chavalería escapa de los vuestros garitos porque aparte de cobrar los cubatas a dolor, ponéis gasolina en vez de alcohol, pues en vez de poner precios populares, la solución ye poner los bares donde está el botellón.

Claro, claro. Y ahora imagina por un momento la zona de los bajos del Molinón donde está los gimnasios con un kiosko Terro's, una sala máquines (donde es bien sabido que frecuenta la vanguardia cultural), La Real y un par de tiendes pa vender hielo y vasos de plástico.

Al tercer fin de semana declaran la zona catastrófica, Toñín. Mira como queda después del rastro. Y eso de que "apenas hay viviendas"; perdona pero YO vivo ahí y ya nos vale con el fútbol, el hípico, el rastro, la semana negra, la feria de muestras y los pilotos del infierno. Bueno los pilótos no molestan que dan ambiente.
Pero lo dicho, que no tengáis la jeta de decir encima que lo haceis por la muchachada que sabemos que quieres contrachapar el chalét de Quintes con cuarzo.

La noticia completa en el Comercio.

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