jueves, febrero 1

Real ingenio de la moneda de Segovia

Que Segovia está llena de piedra es algo bastante obvio a poco que te alejes de los tópicos cárnicos. Y no hablo de los best-sellers (véase acueducto-catedral-alcázar), sino de otro patrimonio no menos rico.

Uno de estos sitios de visita obligada es la casa de la moneda. Hoy en un decrépito estado de conservación constituye un ejemplo único en su género. De hecho fue la primera ceca mecaninazada que hubo en España.

La fundó Felipe II en 1583 y la llevó a cabo el prolífico Juan de Herrera con la colaboración de un equipo de técnicos germanos. Emitió moneda desde 1586 hasta 1868 llegando a producir millones de piezas, entre las que destacan los famosos cincuentines de plata (76mm de diámetro), que fue la pieza de mayor tamaño emitida en España.


Lo realmente singular es la utilización de la energía hidráulica para la laminación de la moneda y constituyó una innovación en España. Para este efecto, Fernando de Austria, el archiduque y primo de Felipe II, le regaló la maquinaria que fue fabricada en Innsbruck en la casa de la moneda de Hall.

Lo asombroso es que el transporte de la misma hasta Segovia llevó cerca de 1 año, hasta que el 5 de junio de 1585 arrivó a las orillas del río Eresma. Fue sin duda el mayor transvase tecnológico conocido hasta aquel momento.

El arquitecto Juan de Herrera proyectó un completo complejo para albelgar los ingenios de laminación y construyó a tal efecto un gran edificio a las orillas del río, anexionando un molino de para la producción de papel y otro harinero ya existentes. La fábrica constaba de 14 ruedas accionadas hidráulicamente.
La gran ventaja del proceso de laminado mediante medios hidráulicos frente a los tradicionales a golpe de maza era que la calidad del producto final era más perfecta, con mejor acabado y bordes más precisos.

Permaneció en uso hasta 1868, cuando se inauguró en Madrid la casa de la moneda con un ingenio accionado por vapor que puso fin a la tradición segoviana. Cayó en desuso el edificio que fue adquirido en 1874 para su uso como molino harinero hasta 1974, en el que cerró definitivamente sus puertas.


Es a partir de ahí cuando el edificio cae en el olvido ya que sus dueños no invierten en su conservación y empieza un lento pero progresivo estado de deterioro. Es en 1989 cuando comienza el intento de expropiación por el gobierno local que se dilata hasta el día de hoy con una suerte de recursos a instancias superiores por parte de los dueños. Fue en 1995 cuando el tribunal supremo desetimó las apelaciones de los propietarios y empezó el farragoso debate burocrático sobre qué gobierno (local, provincial o estatal), debía cargar con el importe de la expropiación y en qué cuantía.

Cuando parecía que este pasado verano iban a entrar las máquinas para iniciar las obras, es el día de hoy en el que se sigue esperando el día en el que el edificio cobre vida de nuevo ya como museo de la historia numismática de España.

Triste final para lo que fue en su día un ejemplo que aunaba tecnología y tradición.

Existe una Fundación del real ingenio de la casa de la moneda en Segovia, que son los que organizan visitas y luchan por este edificio nombrado patrimonio de la Humanidad en 1985; tienen una web donde consultar más información.

4 comentarios:

El chicharrero terrible dijo...

Paradojas de la historia. En el siglo XVI, con la libertad individual hecha unos zorros, era posible desarrollar autenticas obras faraónicas de tecnología.

Hoy donde el individuo canibaliza las instituciones públicas, nos miramos unos a otros las caras, mientras las obras de hace siglos se demoronan bajo nuestros pies, y el cielo se tiñe de color plomizo haciendo que nieve en abril, llueva en diciembre y nos asemos literalmente en agosto.

Aun así soy muy optimista con nuestra especie.

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Merucu dijo...

Personalmente prefiero canibalizar las instituciones que morir de gripe a los 13 años.

Pero estoy contigo :)

Unknown dijo...

Actualmente, no tenia algo que ver el ejército con esta institución... Me suena de algo, muy remoto...

Merucu dijo...

Tondo, por lo menos aquí en Segovia no. A todo esto; ¿sabes que los segovianos también se presentan como Segovia 2016 como capital de la cultura?

A ver esa rivalidad... :)