Aquí estoy de nuevo para contaros otra cosa que nos pasó hace unos meses. Como muchos de vosotras/os un buen día vi en la tele el anuncio de un paisano que tenía una catedral en un pueblo de Madrid. Al ver que estaba patrocinado por una bebida isotónica de esas, pues pensé que era algo desto de marketin o algo y no le hice mucho caso.
La cosa es que Chuchi me dijo un día en la universidad que había que ir a ver la catedral del tío este. Tras intentar hacerle entrar en razón, aleccionándole sobre los trucos de marketin, colores y muletillas pegadizas, fue inutil. Chuchi decía que era de verdad.
Pues en Google me metí y empezé a creermelo. En Mejorada del Campo un hombre sin estudios sobre construcción estaba levantando una catedral. Lleva 40 años dándole al hormigón y la Uralita. Por lo que pudimos hablar con él y por lo que leímos en otros medios la historia de Justo Gallego es esta:
- Justo, cuando es adolescente siente la llamada del altísimo e intenta ingresar en una orden jesuíta para dedicar su vida a la oración. Al poco de ingresar contrae una tuberculosis. Sus hermanos en el seminario deciden expulsarlo no vaya a ser. Con lo que sus planes quedan pelín chafaos.
- Lo que son las cosas, acaba siendo labriego. Cambió la biblia por la fesoria, amigos. Y ya se sabe, Fesoriando y fesoriando pasente coses por la cabeza. Total que con 40 años merca un libro sobre el románico en italiano. Justo cual hombre renacentista multidisciplinar, decide que ya que no pudo ser hombre de Dios, construirá con ayuda del libro, de su empeño y de lo que caiga una catedral.
- Y llegamos al día de hoy; pasaron 40 años desde que comenzaron las obras y Justo tiene 80 años y sigue yendo a diario a trabajar en la catedral. Se le puede visitar y acepta gustoso cualquier donativo o ayuda. Sus planes son los de donar la obra a una congregación.
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