domingo, enero 8

Despedida

Pues sí, tras una alegre estancia vacacional en Gijón, arranco hoy después de comer para el helado infierno Segoviano, aderezado en dos semanas con un paquete de exámenes entrañables.
Además dejo aquí a Corchete porque el pobre se ha ganado un retiro. El año pasado pasó un invierno-primavera de heladas diarias y como se porta muy bien y no se queja nada este año le dejo pasar el invierno en Asturias y para la primavera me le llevo a Segovia para ligar con una 2CV (su coche fetiche).

Si es que ahora mismo ir a Segovia, pa que negarlo, me apetece más bien poco. Aparte del frío que voy a apasar (creo que con esto doy mucho la lata), vuelvo a la dieta estudiantil (vease pastas, arroces, patatas), se acabaron los mimos de mi chica, mi familia e incluso la cerveza del Vincer.

Pero viendo el lado positivo, vuelvo a casa con Chuchi, en Segovia hay pista de hielo (si no la quitaron ya), jugaremos con los juguetes de reyes y con suerte debutará Raul en el rugby un fin de semana de estos y ganaré el Pulitzer de fotografía cuando le saquen los ojos por el isquio.

Que na, que eso que marcho, pero que pa carnavales a ver si puedo venir. La imagen que ilustra este texto es un óleo de un tal Carlos Gershenson que pa que negarlo, ni le conozco ni nada, pero buscando imágenes en el Google para poner aquí, me salió este cuadro suyo y le pongo :)