Cuando estás en una obra al poco tiempo ya te das cuenta del que trabaja bien y el que se achanta a la mínima pa fumar o para hablar del Sporting. Lo que yo no me esperaba es que en esta obra lo que hay es un artista. Uno o varios, porque su obra es ciertamente prolífica.
Al poco de estar en la obra me encontré en un salón a punto de recibir solera, con una huella hecha en mortero de lo que pudo ser un dinosaurio. Lástima que duró un día y no tenía cámara encima. Pero salvando esa muestra de expresión artística que evoca a la escultura, los ejemplos que me topo son más de índole pictórica; a continuación unos ejemplos:
Esto es un clásico ya en desuso, por lo que es probable que el artista tenga más de 40 años, pero como podemos ver, aún en plena forma.
Pasamos de la risa a algo más intrigante, ya que esta me la encontré en un pasillo de una vivienda bastante oscura y señalando a un baño no iluminado. Desconozco si el fin último del trazador es conducir a despistados hacia una trampa de foso o simplemente a crear un intríngulis tan valorado en jornadas largas y tediosas.
Volvemos a temas más amenos. Esta me la encontré en tercera planta en el premarco de acceso a la vivienda más cara del bloque; a la postre me enteré que esta vivienda va a ser para un jefe de la constructora, por lo que se abren posibilidades varias de intencionalidad del mensaje, aunque simplemente puede ser comedieta de régimen interno de los yesistas.
Y finalmente esta joya del art-decó realizada sobre madera de pino en barandilla de protección de terraza en colores primarios lista para gafas 3D consistente en una sucesión de falos amplificados en punta. Evoca a los mosaicos encontrados en las ruinas de Pompeya.
Como veus un aliciente más a la hora de visitar la obra, ya que cada vez que me cruzo con alguien y le veo media sonrisa, ya me imagino que tenemos un nuevo fresco en exposición.