No me negarás que a veces cuando ves según que anuncios por la calle o en la prensa te preguntas como empresas que encargan a un tercero un anuncio acaban tragando con según que publicidad. O eso o que no entiendo el mensaje, o bien que no soy el foco del marketing y por eso no me acaban de llegar con sus cantos de sirena.
Pero vamos a particularizar, que es lo divertido. Para no perderse el cartel que vi el otro día en una tienda del centro de Gijón:
La estética a lo wordart delata que el diseñador de este cartelo se quedó anclado en el cursillo de Corel 6 y Word 97. Pero al grano, lo que se anuncia es una
academia de órgano. Vale, yo ya estaba pensando en un Hammond, pero claro luego la vista se te va al centro del cartel y ¿con qué me topo? Pues con un veterano con gafas de dandy de los 60, reloj Casio royo buzo, polo con botonuco abierto para que se vea el tapín de pelo que denota paisanez y ya para acabar de rematar la estampa me mangan entre los dos perniles del paisa una guajina de coletes que no supera los 4 años.
Vamos a ver. Tendré yo la mirada sucia pero ya no pienso ni en órganos Hammond, ni siquiera en un Casiotone PT-30 aka
amenizador de nochebuenas. No, a mi ya me da que hablamos de otro órgano, y me da a mi que va a ser el de Matías el de la foto. Date cuenta que poco más abajo se detalla que las clases te las da un profesor especializado. Que no titulado ni especialista no.
ESPECIALIZADO. ¿Especializado en órgano? Vamos que el órgano lo toca de fábula este hombre. Y no sólo el lo toca como un puto virtuoso sino que te enseña un método fácil, ameno y rápido.
Vamos que no dudo que haya quien pueda transmitir como tocarse el órgano de forma fácil y amena; ¿pero rápido? ¿donde está la gracia de aprender a tocarse a toda velocidad? Ya que te pones en manos de un profesional, que menos que salir con nociones de Tantra y poder tocarse uno rollo adagio de 25 minutos. Pero no, se nos anuncia por el contrario un método rollo toccatta y fuga y en tres minutos a otra cosa mariposa.
Mal, mal el método, mal el reclamo (que muy guapa la nieta pero da lugar a que vaya más de un sátiro a pedir más información del curso), y mal la frase esa de debajo del titular, la de "entra en un mundo nuevo y
da la nota".
Señores, expresiones como "da la nota", "mola mazo", "esto es el no-va-más", "el acabose" no son modernas ni atraen a gente moza. Claro que igual como dije al principio es que los fines de las clases son otros.
No somos nadie y menos desnudos.