Este es el estado policial en el que vivimos; tal cual te lo cuento, por tocar dos ñalgues acabó un vecín de Gijón en comisaría. La cosa ye seria porque aparte de dormir en el calabozo, acabó con la nariz fracturada y con osties como pal pulpo. Veamos como se sucedieron los acontecimientos.
Tenemos a Alfredo, 43 años, publicista. Trabaya en la Plaza Europa y pese a la crisis siempre saca perres pa ir a tomar unos cubalibres el viernes noche. Fredi ye un paisano de los de antes y acostumbra a ponese ciegu y soltar de noche lo acumulao de tola semana. Y ahí lu tienes cacharro en mano izquierda, Marlboro mano derecha, faciendo el gira-tutto en medio de la pista del Blow-Up en Poniente.
Fredi vivió la reconversión de Gijón-la-nuit. Empezó saliendo pol barrio la Arena, vivió la edad de oro en la Ruta, pasó por su fase indie en Cimavilla y ahora gusta de ritmos chapúm-chapúm en Poniente. Más que nada, gustai la moda de las pantaloneras que frecuentan los chigres en estos tiempos. Un superviviente de las camisas vaqueras y las hombreras de los 80, directamente alucina con las faldas cinturón, les tangues d'oriciu y los leggins.
Tres de la mañana, Fredi ta como la sota bastos viendo a dos amigues vestidas de jineteras del valle de Tuscany y se acerca a comentar animosamente lo hermosas que las encuentra. Las dos chonis pasan de nuestro protagonista mientras siguen moviendo el culo. Fredi insiste y comenta a las dos potronas que tien un R19 Chamade aparcau nel barriu del Carmen, a lo que éstas reaccionan comentando que van al baño. En ese momento Fredi deja caer que cuando vuelvan que 'igual' les toca el culo. Joder como quien comenta que tien tanta fame que va a tostar una vaca y comerla, un comentario, un anhelo, una ilusión.
Total que vuelven y Fredi, camisa con tres botones abierta, procede a sopesar las cachas de las interfectas. Lo curioso del caso es cómo se suceden los acontecimientos después de que nuestro protagonista realiza ambos tocamientos. En otros tiempos, si las dos muyeres no recibieran gustosas la ñalgada, serían ellas la que de una ostia nel focico, o las más aviesas de patada en ingle, dejaran claro el mensaje. Pero claro, los tiempos cambian.
En ese momento, sus chonísimas majestades llaman a Berto y Pipe, dos gichos de Blimea que a puño cerrao caen sobre Fredi aplicándole un severo correctivo. Home por favor, mirai que desproporción: Alfredo 'roza' dos ñalgas y por esi detalle pierde la nariz aguileña esa que tanto éxito tenía. Luego pa encima lleguen los de la Local, roio teniente Furilo y detienenlu por, no te lo pierdas, abuso sexual.
Desde luego si ligar ya estaba duro, en estos tiempos queda claro que aún más. Toca sublimar los instintos no vaya a ser que por arrimar el cuernu pan en un pub, acabes en comisaría por intento de sodomía con el agravante de uso de objetos extraños.
via: El Comercio
sábado, febrero 28
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