Estamos en tiempos de cambio. Y todo esto se ve reflejado en detalles del día a día. Hoy por ejemplo contamos con el aporte de Luisja, prohombre llaniscu y aficionado a vagar por caleyas en busca del detalle que le haga entrar en catarsis con síndrome de Stendhal .
Pues bien, la semana pasada estuvo deambilando por la zona de Ardisana y entre palacios indianos y carbayos, Luisja se topó con un jardín delicioso, propiedad de una simpática lugareña. Charo, burguesa renacentista y experta jardinera se vio afectada por unas malas inversiones en la bolsa (hablaba de que depositó su fortuna en unos sellos preconstitucionales de dudoso valor neto), con lo que vio sensiblemente reducidos sus fondos. Las épocas vienen mal dadas, pero Charo sigue teniendo inquietudes y si bien los tiempos de tener jardineras de fundición con chapaos en oro y amatista ya no volverán, la necesidad de seguir ampliando el jardín hace buscar alternativas. Veamos:
Si amigos, un bidé. Y yo digo, si a Charo no se le caen los anillos por recurrir a sanitarios como base para sus creaciones arbóreas, ¿debemos quedarnos con la mofa o la burla? ¿no es más cierto que tiene un encanto steam-punk si me apuráis? La simbiosis entre un depósito de deshechos con la descarada fuerza de la vida que brota en ellos, emociona. Y ver a Charo transformar una bacinilla Jacob Delafón en una base para un centro de mesa no merece otra cosa por nuestra parte que quitarnos el sombrero.
Eso sí, hay que reconocer que en Llanes son raros de cojones :D
sábado, abril 18
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5 comentarios:
una tia mia plantaba el perejil en un cascu de la guerra civil, la tia murio, pero el cascu tovia lu vi la semana pasada arrumbau delante su casa.
en Porrua somos más normales que los de Llanes
xDDDD
si lo hubiese hecho duchamp, ese jardín valdría ahora mismo su peso en oro!! xD
un saludo!!
Duchamp era más de urinario de pared, pero sí, una nueva prueba de la injusticia del arte :D
Los inventos muchas veces surjen gracias a casualidades como esta. Hay quien se llevó un palé de construcción a casa y lo transformó en una mesa baja de salón, y doy fé de que a todo el mundo le encantó la idea (y la copió). No creo que mucha gente siga el ejemplo del bidé, pero para gustos...colores.
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